25 de abril de 2010

Coaching y el Cambio Tecnológico

Incluir el coaching de equipo - acompañamiento experto para un proceso de aprendizaje - como parte integral de un proceso de cambio tecnológico es un recurso recomendable de utilizar. Hacerlo baja costos del proyecto: menor tiempo de adaptación al cambio e impacta en la efectividad que se busca alcanzar. Internalizar bien y rápido la nueva forma de hacer las cosas, aporta a una mejor clima laboral en la organización; la cual respeta y reconocer qué tipo de conversaciones son posibles en ella y cuáles no.

Introducción

Hace poco fui invitado por una empresa del área de informática para apoyarlos en la implantación de los proyectos de innovación tecnológica que ofrecen a sus clientes, y con bastante entusiasmo les he respondido afirmativamente, ya que pienso es una interesante oportunidad para continuar mi desarrollando como Coach y además, aportar en un camino nuevo que aún está “poco transitado” para esta especialidad emergente como es el coaching.

Mis reflexiones sobre la disposición o rechazo al cambio

La primera reflexión está dirigida a la naturaleza misma de cómo es el comportamiento de las personas frente al cambio en general. Y en mi opinión, el dilema no es “cambiar o no cambiar”, porque ya lo dijo un filósofo griego hace varios siglos atrás: “Nadie se baña en el mismo río dos veces” porque ya no sería el mismo río y nosotros no seríamos los mismos tampoco. La mayoría de las veces cambiar es simple, es saludable, es conveniente, en ocasiones necesario y en la mayoría de las veces es inevitable, como intrínseco a la vida misma. Sin embargo, lo relevante desde esta mirada es que podemos cambiar tanto para bien como para mal, y eso, depende solo de cada uno de nosotros.

La segunda reflexión está más bien centrada en la conveniencia o no de cambiar. En tal sentido, debemos reconocer que en general, los seres humanos acostumbramos a mantener a una cierta inercia conductual importante frente a los cambios. Es decir, preferimos seguir haciendo las cosas de la misma manera como las hemos hecho siempre, porque no solo nos resulta más cómodo – no hay un esfuerzo de aprendizaje de por medio – sino que además, porque es sano, lo bueno de los hábitos y las rutinas, es que nos permiten hacer muchas de nuestras labores cotidianas en total transparencia, en automático. 

Por ejemplo, la mayoría de las personas acostumbran tomar el mismo camino para ir a su trabajo, tienen una rutina establecida que solo se rompería si sucede algo inesperado. La ventaja es que no tenemos que planear como llegar al trabajo cada día, lo hacemos sin ningún esfuerzo. Justamente, las rutinas nos sirven para realizar actividades repetitivas sin necesidad de tener que planearlas una y otra vez; y en eso somos normalmente eficientes y a veces perfeccionistas.

Sin embargo, nuestra vida no puede convertirse en un conjunto de puras rutinas repetidas, porque estaríamos dejando de aprender, y eso nos limitaría a realizar sólo acciones relativas a los conocimientos y destrezas que ya poseemos y que utilizamos una y otra vez. Y eso obviamente, se constituiría en la pérdida de oportunidades para conocer o aprender muchas cosas nuevas.

La tercera reflexión, tiene que ver con nuestro modo de ser, con el carácter, con la personalidad y modo de observar el mundo. Ya que frente a una misma realidad observada por diferentes personas, se definirían probablemente tantas interpretaciones como observadores hubiera. Un ejemplo, simple y didáctico, es el de la noche estrellada. Lo que yo “veo” u observo en ella, sería una bóveda oscura y millones de estrellas titilando - seguro muy diferente a lo que vería un astrónomo, pues dados sus conocimientos y experiencia con ese "objeto" observado, él podría hacer muchísimas “distinciones” (separar lo singular del todo) y enumerar, nombrar y agrupar un sinfín de ellas y de sus constelaciones. Y esto mismo le sucede a las personas dentro de una organización, en otras dimensiones como es el trabajo y la forma de hacerlo..

Esta es sin duda la reflexión más compleja del cambio, pues en el fondo de todo esto, está el hecho que cada uno piensa que lo que observa, es lo mismo que observa el otro; y por lo tanto, ahí se producen los quiebres y las dificultades; porque no ven lo mismo y a nadie le agrada que  - de buenas a primeras - alguien le diga cómo son las cosas o como tendrían que ser de ahora adelante; muy especialmente cuando se trata de nuestro trabajo.

La buena noticia

Es que también somos los únicos seres vivos capaces de “observarnos" a nosotros mismos, y esto nos brinda la capacidad de flexibilizarnos, de comprometernos y de cambiar por una causa que nos parezca correcta, justa, atractiva o beneficiosa. Es cierto que no nos gusta que nos ordenen cambiar, pero eso no significa que no podamos hacerlo. Nos gusta cambiar por decisión propia, porque queremos hacerlo, porque hemos comprendido que vale la pena hacerlo. Y lo grandioso es que normalmente bajo esas circunstancias, solemos hacerlo con convicción y esmero, independientemente del esfuerzo de aprendizaje que tengamos que realizar para lograrlo.

Y es aquí donde comienza “la pega” para un profesional del coaching, que en conjunto con la organización, busquemos los métodos y las condiciones para procurar que los usuarios, supervisores y gerentes, logren querer cambiar y darle el mejor uso posible a las nuevas formas de hacer las cosas, y por cierto a los cambios que un proyecto de renovación tecnológico podría requerir.

6 comentarios:

  1. Que buenas reflexiones, tenemos una gran oportunidad de aprender en este contexto donde la tecnologia nos pone mas comodos aun...sera por eso que aparecimos los coach para recordar con mucho afecto a las personas, que moverse es mas entretenido que estancarse...seguro, simple y automatico sin duda, pero sin emocion y quien vive sin sentido?????... gracias

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  2. Felicitaciones Fernando por tu nuevo emprendimiento (bueno.. no tan nuevo jejeje) pero el Blog si es nuevo.. de verdad como siempre muy interesantes los temas que nos hacen reflexionar y/o repensar de como vamos por la vida. Sólo me quedo una duda respecto al inicio de la publicación, cuando dices: El Coaching es parte integral de todo proceso de cambio tecnológico..... esta palabra no me cuadro mucho.. más bien diria yo que es parte integral del cambio como un todo.. que opinas?

    Bueno my friend un abrazo y felicitaciones denuevo!!
    Saludos.
    Claudio Valenzuela L.

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  3. Claudia,
    Gracias por tu comentario, estamos en sintonía. El tema no es menor, y sobre todo si lo extrapolamos a los niños que hoy com oque vienen com chip puesto!! Estoy mirando tu Blog, ojla podamos juntarnos, seguro podre aprender mucho de tu experiencia. Un abrazo.

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  4. Claudio, agradezco y valoro tu comentarios, y siempre comento que eres el autor intelectual de Comcoach. La frase que comentas es otra y tiene oytrop sentido: "El coaching como parte integrgal de un proceso..." ES decir, apelo a que es un aporte para implantaciones más exitosas y sobre todo más oportunas, ya que colabora con bajar ls indices ded resietencia.
    Un abrazo.

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  5. Muy buen artículo, es importante recordar que la tecnología es sólo la herramienta, como un martillo o un taladro, saber usar esas herramientas se aprende fácil. Pero no se aprende rápido el qué hacer con esas herramientas. Aquí lo importante del cambio, dejar de centrarse en el martillo y observar la casa a construir es quizás uno de los cambios más difíciles para quienes nos dedicamos a la tecnología.

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  6. Christian, justamemte ese es el sentido y es bueno entonces ayudarse con otras disciplinas, justamente para que no se vea todo con aspecto de clavo. Gracias.

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